LGTBIQ+ y feminismo: una alianza que debe ser diaria

13.03.2025

El pasado 8 de marzo, desde Ponts d'Igualtat estuvimos, como cada año, en la manifestación feminista de Alcoy, acompañando a nuestras compañeras en su lucha. No fue un gesto simbólico, sino un recordatorio de que la lucha del movimiento LGTBIQ+ y la del feminismo no pueden caminar por separado. Somos parte de la misma batalla: la de construir una sociedad más justa, libre de violencias y discriminaciones.

Sin embargo, esta unión no puede limitarse a días señalados como el 8M o el Orgullo. La defensa de los derechos de las mujeres y de las personas LGTBIQ+ debe ser un compromiso diario, no una alianza de conveniencia que solo emerge en momentos clave. Las opresiones que enfrentamos están interconectadas y, por tanto, nuestra lucha debe ser constante, conjunta y transversal.

A pesar de los avances legislativos y sociales de las últimas décadas, las personas LGTBIQ+ seguimos enfrentando graves desafíos:

➡ Violencia y discursos de odio: Los delitos de odio contra el colectivo han aumentado en los últimos años, alimentados por discursos políticos y mediáticos que legitiman la discriminación.

➡ Precariedad y desigualdad laboral: Las personas LGTBIQ+, especialmente las trans, siguen encontrando barreras en el acceso al empleo y condiciones laborales dignas. La feminización de la pobreza afecta con fuerza a las mujeres LBT y a las personas no binarias.

➡ Dificultad en el acceso a la vivienda: En un contexto de crisis habitacional, muchas personas del colectivo se enfrentan a discriminación en el alquiler y a situaciones de exclusión social.

➡ Salud y derechos sexuales y reproductivos: El acceso a una sanidad inclusiva y libre de prejuicios sigue siendo un reto, especialmente en lo que respecta a la atención a personas trans y a la salud sexual de las personas LGTBIQ+.

Estos problemas no son ajenos al movimiento feminista. La precariedad, la violencia y la falta de derechos afectan a ambos colectivos de manera estructural, por lo que nuestras luchas deben reforzarse mutuamente.

El feminismo ha sido, y debe seguir siendo, un espacio de acogida para la diversidad. Pero también es cierto que dentro del movimiento feminista han existido discursos excluyentes que han intentado apartar a las mujeres trans y a otras identidades disidentes. Frente a esto, es fundamental reivindicar un feminismo inclusivo, donde todas las mujeres y personas no normativas tengan cabida.

La historia nos demuestra que cuando feminismo y activismo LGTBIQ+ han ido de la mano, hemos conseguido grandes avances. La legalización del matrimonio igualitario, las leyes de identidad de género y las políticas contra la discriminación han sido posibles gracias a una lucha conjunta. Hoy, cuando fuerzas reaccionarias intentan arrebatarnos derechos, la unión es más importante que nunca.

Por eso, desde Ponts d'Igualtat reafirmamos nuestro compromiso con el feminismo, no solo el 8M ni solo en el Orgullo, sino cada día del año. La lucha por la igualdad no tiene calendario, y juntas y juntos seremos más fuertes.

Por Aitor Pla.